El ciberacoso, un tipo de violencia que afecta ya al 6,9% de los estudiantes

“Al acoso escolar, tanto presencial como a través de Internet y las redes sociales, hay que llamarlo por su nombre, es una forma de violencia”, denuncia Andrés Conde, director general de Save the Children España. La ONG ha realizado una encuesta entre 21.500 niños de 12 a 16 años que arroja cifras realmente preocupantes en relación a esta lacra: en el informe ‘Yo  eso no juego. Bullying y ciberbullying en la infancia’ se recoge que un 6,9% de los estudiantes declara haber sido víctima de algún tipo de acoso y violencia bien cara a cara o mediante el medio online.

Entre las formas en las que se infringe este daño figuran los insultos a través del móvil o de Internet, el difundirse rumores en relación a alguien a través de redes sociales, recibir amenazas a través de mensajes de texto o el ser excluido e ignorado en chats y conversaciones grupales. Se trata de víctimas con nombres y apellidos, jóvenes que quedan marcados de por vida y que ahora con los años se atreven a denunciar su caso. Conde señala la necesidad de tomar conciencia de la magnitud y la gravedad de estas situaciones: “No es un juego de niños y no se puede justificar. Como sociedad no podemos permitirnos fallar a esos pequeños que están sufriendo de estrés y ansiedad y que, como hemos visto en algunos casos, pueden llegar al suicidio”.

Save the Children España reclama la necesidad de luchar de manera integral contra la violencia en la infancia. El acoso y el ciberacoso deben ser perseguidos y erradicados para evitar las gravísimas consecuencias que pueden tener en la integridad física y psíquica de los afectados. La organización señala que estas son las metas a conseguir:

– Prevenir la violencia entre niños y adolescentes en cualquiera de sus formas antes de que se produzca. Para ello ha de formarse a profesionales que sepan transmitir estos mensajes y trabajar para sensibilizar a la sociedad en su conjunto.

– Dotar a los estudiantes de herramientas que le permitan detectar e identificar cuando están siendo víctimas de este tipo de violencia. También darles valor y concienciarlos de la importancia de denunciar, de cómo pedir ayuda, a dónde han de dirigirse.

– Ayudar a superar las situaciones de acoso infantil y adolescente con medidas educativas y de protección para la víctima, por un lado, y para el agresor, al que hay que reeducar en muchos sentidos.