Tras una semana de bombardeos, el alto al fuego llega a Gaza
En este contexto han fallecido 140 palestinos (alrededor de la mitad de ellos civiles) desde el inicio de la ofensiva israelí, mientras que la cifra de heridos supera los mil. Por el bando de Isaelí han muerto cinco personas (cuatro civiles y un militar) a causa del impacto de proyectiles en su territorio. Además, alrededor de un centenar de personas han sido atendidas en el país por los servicios de emergencia.
Este alto al fuego pone fin de momento al conflicto en el que, según Cáritas Jerusalén, se estaban dando “serias dificultades” para actuar y llevar a cabo la labor médica en la Franja de Gaza. La violencia que se ha vivido durante la última semana a causado el deterioro de la seguridad de la región, lo que al tiempo ha provocado que la clínica móvil tuviera que cesar su actividad y que el centro de salud redujera sus servicios ante el “grave riesgo” para los miembros del equipo médico.
Cáritas ha estado intentando conseguir por todos los medios material médico para apoyar la actividad de los médicos que operan en Gaza y poder atender a las víctimas. A parte de estos suministros, lo que más se ha demandado estos días en la zona son agua potable, pañales y leche maternizada, así como protectores para las ventanas durante las explosiones.
Con el alto al fuego, es posible que Cáritas Jerusalén pueda reanudar la actividad de sus programas muy pronto, una vez que la situación se normalice, con una operación de distribución de agua y limentos y también un reparto de botiquines a 180 agentes comunitarios que han participado en un programa de formación en primeros auxilios para casos de emergencia, fruto del convenio con Cáritas Española y la Agencia Española de la Cooperación Internacional (AECID).