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Las casas de la paz, una salida para los niños soldados de Nepal

16 de septiembre de 2015 | Todas

Hoy se celebra el Día Mundial contra la utilización de los niños soldados, coincidiendo con la entrada en vigor, la misma fecha del año 2002, del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niños que, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), elevaba la edad mínima de reclutamiento y participación en hostilidades de los 15 a los 18 años.

Plan, organización internacional de defensa de los derechos de la Infancia, mantiene tres albergues en Nepal cuya actividad se centra especialmente en la rehabilitación de niños soldados. Nepal es uno de los países más afectados esta tragedia en el continente asiático. Desde 1996, año en que la guerrilla se levantó contra el Gobierno con el objetivo de sustituir el estado federal por una democracia popular maoísta, la utilización de niños ha sido una medida común para ambos bandos, bien como soldados o ejerciendo otras actividades de apoyo a los combatientes.

La tragedia es doble para los menores. Además de ser reclutados por la guerrilla y obligados a trabajar para ellos, estos no los consideran niños soldados a no ser que se les envíe al frente y que empuñen un arma, práctica que niegan sus portavoces. Sin embargo, a ojos del ejército gubernamental, sí son clasificados como componentes de la guerrilla, por lo que cuando son rescatados se les conduce a campos de refugiados y no a sus hogares. Oficialmente, los niños que las autoridades nepalíes capturan de los insurgentes adquieren el estatus de refugiados y no se les castiga por su participación en el conflicto.

En el año 2003, Plan comenzó un proyecto conjuntamente con la organización local Niños Trabajadores en Nepal (CWIN, de sus siglas anglosajonas) con el objetivo de establecer un centro de recursos; organizar campañas centradas en la promoción de la paz; rescatar, rehabilitar, reintegrar y prestar servicios humanitarios a niños soldados; establecer centros de acogida para niños de la calle; iniciar programas de trabajo en red, constitución de alianzas e influencia institucional.

Fruto de este proyecto son la ‘Casa de la Paz’ de Pasthali, el ‘Hostal de la Paz para Niños’ de Bafal, Katmandú y el albergue de Hamro Sajha Thalo. Estas casas albergan tanto a los niños soldados liberados de los campos de refugiados del Gobierno como a los menores que viven en los asentamientos de la guerrilla. En estas casas de acogida, además de atenciones sanitarias, abrigo y alimento se les da tratamiento psicológico y se les intenta reinsertar en la educación formal, ya que muchos de ellos han perdido entre dos y tres años de la misma.

El ‘Hostal de la Paz para Niños’ trabaja sólo con jóvenes entre 8 y 18 años de edad afectados directamente por el conflicto, mientras que la ‘Casa de la Paz’ presta servicios a 85 menores, de los que 39 son víctimas directas de la guerra, siendo el resto niños huérfanos o en riesgo de sufrir algún peligro. El albergue de Hamro Sajha trabaja principalmente con niños de la calle, afectados indirectamente por el conflicto armado.

Además de en Nepal, Plan trabaja con ex niños soldados en Sierra Leona, el país africano más azotado por esta tragedia.