INTERVIDA recuerda que más de 2.000 familias damnificadas por el Stan en Guatemala continúan viviendo en albergues temporales
Madrid (04/10/06). Cuando está a punto de cumplirse un año del paso de la tormenta tropical Stan por Centroamérica -llegó a esta región el 4 de octubre de 2005-, INTERVIDA recuerda que en Guatemala más de 2.000 familias damnificadas continúan viviendo en albergues temporales. Estas familias están a la espera de la finalización de sus nuevas casas, cuya fecha inicial de entrega era el mes de noviembre, pero fuentes del Gobierno reconocen que va a ser muy difícil cumplir este objetivo por las dificultades que están teniendo para encontrar tierras seguras y posteriormente legalizarlas.
En estos albergues temporales las familias están viviendo en condiciones bastante precarias, compartiendo los miembros de cada familia el reducido espacio de ocho metros cuadrados. Además, se trata de estructuras de madera con techo de láminas de zinc y protección sencilla con tela de pvc, que en algunos casos ni siquiera cuentan con luz ni con sistemas de agua potable estables. Estos asentamientos se encuentran en los departamentos de Chimaltenango, Sololá y San Marcos, que fueron de los más afectados por el huracán Stan y donde el Gobierno ha planificado el mayor volumen de obras de reconstrucción (más de 300 obras en Sololá y más de 600 en San Marcos).
La reconstrucción de viviendas es una de las áreas que más dificultades está presentando debido a los ya mencionados problemas con las tierras y a las condiciones climatológicas adversas, que han influido en desarrollo de las obras. El número de familias que vieron dañadas sus viviendas como consecuencia del Stan fue de 13.558, tal y como se recoge en el Segundo Informe de Monitoreo y Auditoría Social del Programa de Reconstrucción Nacional, con el título ‘Reconstrucción post Stan, once meses después’ de la ONG nacional Acción Ciudadana. De esas 13.558 familias, 1.201 sufrieron daños menores en sus viviendas que están siendo reparados, mientras que para el resto es necesario construir viviendas nuevas.
El Gobierno guatemalteco ha iniciado un proyecto de construcción de 13.000 viviendas que espera finalizar a lo largo de 2007. Sin embargo, uno de los principales problemas que se están encontrando las autoridades es que más de la mitad de las familias que perdieron su casa, 7.911, tendrán que trasladar su hogar a un lugar nuevo y seguro, cuya búsqueda y adquisición está siendo un proceso lento y difícil para las autoridades. Según el mencionado informe, al finalizar 2006 sólo se habrán podido solucionar el 38% de estos casos, con la construcción de 3.000 viviendas. Los 4.911 casos restantes serán resueltos durante 2007.
Aparte de la urgente solución que requiere la falta de viviendas, preocupa también la situación de seguridad alimentaria entre los damnificados. Así, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), necesita cuatro millones de dólares para continuar con el reparto de alimentos entre los damnificados hasta finales de año, en especial a las familias que continúan albergadas. Con el paso del Stan, se perdieron la mayoría de las cosechas y cultivos, que constituían el principal sustento para muchas familias.
A pesar de los esfuerzos de todos los sectores involucrados, todavía los damnificados no han recobrado su vida cotidiana. El programa de reconstrucción del Gobierno tiene planificadas 3.400 obras, de las que se ha finalizado aproximadamente el 62%, quedando tan sólo tres meses para cumplir con la meta fijada de terminar el 90% a finales de año. Por ejemplo, según datos facilitados por el Ministerio de Educación de Guatemala, aún 13.526 niños están a la espera de la reconstrucción de sus escuelas. Estos retrasos se atribuyen sobre todo a problemas de gestión internos y a falta de financiación para algunos proyectos.
Actualmente lNTERVIDA, además de la colaboración con las autoridades en proyectos de reconstrucción de infraestructura escolar y de sistemas de agua potable, está llevando a cabo proyectos de desarrollo integral que benefician a 1.200.000 personas en 1.764 comunidades rurales del país. Los profesionales de INTERVIDA, durante la primera fase de la emergencia intervinieron en 230 comunidades y en más de 40 albergues donde atendieron a más de 5.100 familias. Más de 400 trabajadores prestaron su apoyo a 35.600 damnificados, a quienes proporcionaron atención médica y unas 113 toneladas de ayuda humanitaria.