Intervida lanza una línea de merchandising para ‘Dales Voz’
FUNDACIÓN INTERVIDA quiere acercar a toda la sociedad su campaña ‘DALES VOZ’. Para ello, ha creado un emblema en forma de chapa, que quiere estar presente en todos los lugares y ser llevada por el máximo número de personas, convirtiéndose así en un manifiesto colectivo. Una cremallera que se abre dando salida a la palabra VOZ es la imagen de esta iniciativa.
Conseguir estas chapas es muy sencillo, basta con entrar en la tienda virtual de la web www.dalesvoz.org y rellenar el formulario de pedido. Éstas se presentan en tres paquetes distintos con 10, 20 y 50 unidades, cuyos precios son de 10, 18 y 45 euros, respectivamente.
FUNDACIÓN INTERVIDA ha diseñado, además de las chapas, unas camisetas con los colores y la imagen de ‘DALES VOZ’ que también pueden obtenerse a través de la web de la campaña a un precio de 12 euros cada una. Existen dos modelos unisex, uno en color negro y otro en fucsia, en los que se aparece el diseño de la cremallera y la palabra voz.
Asimismo, se puede conseguir este logo para colocarlo en el teléfono móvil. En este caso sólo hace falta enviar un SMS con la palabra VOZ al 7374 y lo usuarios recibirán el emblema de la ‘DALES VOZ’ en la pantalla de su móvil.
Agencias de viaje y hoteles son otros puntos en los que se pueden conseguir estas chapas y colaborar con la campaña que ha puesto en marcha FUNDACIÓN INTERVIDA para luchar contra la explotación sexual infantil, que en esta primera fase quiere sensibilizar sobre la gravedad de la práctica del turismo sexual infantil. La campaña pretende movilizar a toda la sociedad y crear un estado de opinión que empuje a las instituciones públicas y al sector empresarial a luchar severamente contra esta forma de esclavitud.
Hasta la fecha, 32 países (entre ellos España) han adoptado legislaciones extraterritoriales para combatir los delitos contra la infancia. Las penas de prisión por agresiones sexuales contra niños oscilan entre los 10 y los 40 años, dependiendo de cada nación, donde la edad de consentimiento para una relación sexual también varía y va desde los 12 años de Filipinas hasta los 18 años de algunos estados australianos. Sin embargo, no es fácil actuar contra quienes cometen estos delitos, muchas veces porque los niños no se atreven a denunciarlos y otras veces por la corrupción de las autoridades locales. Además, es imprescindible reforzar los acuerdos entre países y las actuaciones de la comunidad internacional para estrechar el cerco de los explotadores.