Mujeres y niñas lideran la escala de la pobreza en el mundo
EP/Madrid
Aproximadamente el 70 por ciento de las personas pobres y analfabetas de todo el mundo son mujeres, según datos reflejados en el «Atlas de las mujeres en el desarrollo del Mundo», la primera obra en castellano que recoge cartografía temática a escala mundial de las diferencias de género, presentado este miércoles.
El Atlas, realizado por Cándida Gago, profesora de Geografía Física de la Universidad Complutense de Madrid, con el respaldo del Instituto de la Mujer, recopila actualiza diferentes indicadores mundiales sobre la situación de las mujeres en todos los ámbitos.
Entre otros datos, los responsables de esta obra destacan que faltan en el mundo alrededor de 72 millones de mujeres debido a la práctica de abortos selectivos, al infanticidio, al abandono de niñas recién nacidas y a la desatención a lo largo de la nacer.
Un dato que la organización Save the children ya hizo constar con motivo del Día Interacional de la Mujer, el pasado 8 de marzo, en el que hacía un llamamiento para evitar esta situación en diferentes zonas de Asia, África y Oriente Medio.
Según el atlas presentado, en materia de salud, destacan datos que muestran las diferencias significativas en enfermedades como el sida (el 55 por ciento de las personas seropositivas adultas son mujeres en el áfrica subsahariana). Aunque la esperanza de vida femenina se ha incrementado de manera significativa en los últimos cincuenta años, todavía es inferior a 55 años en la mayoría de los países subsaharianos y en Afganistán.
El informe también hace referencia a la violencia de género y señala que cada año, dos millones de niñas entre 5 y 15 años son incorporadas al mercado comercial. Además, al menos 130 millones de mujeres han sido obligadas a someterse a mutilación judicial.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud recopilados en el Atlas, la proporción de mujeres adultas maltratadas por su pareja va del 29 por ciento en Canadá al 57,9 por ciento en Turquía. El informe no recoge datos de España, pero en países de su entorno, como Alemania o Reino Unido supera en un 20 por ciento la proporción de maltratadas. «Hay múltiples formas de violencia contra la mujer en todo el mundo y a todas las etapas de la edad», destacó la autora.
Diferencias Laborales
En el capítulo de la Economía y el Trabajo, según la Organización Internacional del Trabajo, los hombres continúan siendo mayoría entre los directivos, altos ejecutivos y en los niveles superiores de los empleos profesionales, mientras que las mujeres permanecen aún concentradas en las categorías inferiores de los puestos directivos.
Así, en casi todos los países del mundo, los salarios recibidos por las mujeres por trabajos de la misma categoría profesional que los hombres son inferiores y las mujeres ganan de promedio solamente dos tercios del salario de los hombres.
En los denominados países desarrollados, entre los que se encuentra España, los datos muestran que continúa existiendo «una significativa segregación ocupacional» por razón de sexo. Por ejemplo, en estos países, la enfermería es el empleo donde predominan más las mujeres, seguido de las bibliotecarias.
En lo que se refiere a derechos y participación política, la presencia de las mujeres sigue siendo escasa y las parlamentarias no constituyen la mitad del total en ninguna cámara legislativa nacional. El mejor de los casos es el sueco, donde alrededor de un 45,3 por ciento de los miembros del parlamento son mujeres.
Sólo en ocho estados más, entre los que se encuentra España, se sobrepasa el 30 por ciento. Sien embargo, todavía hay estados en los que las mujeres no tienen derecho al voto.
El caso de España
España se encuentra entre los países desarrollados, donde se dan las cifras más bajas de discriminación de la mujer en los distintos ámbitos de la vida. No obstante, la autora advierte de que todavía persisten diferencias en aspectos como los salarios (las mujeres cobran de media un 70 por ciento del salario de los hombres por la misma categoría profesional) o en ámbitos de la vida como el cuidado de la infancia o los mayores, que recae de forma mayoritaria en este sector de la población.