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Voces Inocentes retrata el drama de los niños soldados en El Salvador

16 de septiembre de 2015 | Todas

Emilio Leighton/Madrid

Después de haber dirigido dramones de la talla de «Mensaje en una botella» ó «Cuando un hombre ama a una mujer», el mexicano Luis Mandoki apuesta por los filmes de denuncia social. Así se puede catalogar «Voces Inocentes» una película que retrata el drama de los niños salvadoreños que eran alistados en las filas del ejército para luchar contra la guerrilla durante la guerra civil que asoló el país durante los años 80. cuatro años después de su estreno mundial » Voces Inocentes» llega a España con el objetivo de recordar esta tragedia silenciosa que se extiende por todo el mundo.

Galardonada con el Oso de Cristal de Festival de Berlín y candidata a los Oscar por México en el año 2004 como mejor película de habla no inglesa, Voces Inocentes narra la historia de Chava, un niño de 11 años que, con el inicio de la guerra civil salvadoreña se convierte en el hombre de la casa, tras la huida de su padre en mitad del conflicto. En ese mismo momento, las fuerzas armadas del gobierno comienzan a reclutar niños de doce años sacándolos de sus escuelas. Si Chava tiene suerte, aún le queda un año de inocencia, un año antes de que él también sea enrolado y luche contra la guerrilla del FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional). La vida de Chava se convierte en un juego de supervivencia.

La elección de El Salvador como lugar en el que se desarrolla la historia, fue algo fortuito, tal y como comenta Luis Mandoki: «Estaba filmando un anuncio y uno de los actores, que era salvadoreño me pasó el guión, que era su propia historia. El guión me impactó y decidí hacer la película, por lo inspirador de la historia y por tratar el tema de los niños soldados».

Y es que, actualmente más de 400.000 niños son enrolados en el ejército para luchar en las guerras abiertas de diferentes países. «A través de la historia salvadoreña atraes la atención del mundo al hecho de que hoy día hay cuatrocientos mil niños soldados en el mundo, y no sólo en África, sino también en Europa, Colombia, Irak… Es un tema muy contemporáneo sobre el que los medios hablan muy poco y que es importante denunciar», señaló Luis Mandoki.

En su estreno mundial, en diciembre de 2004, la película de Mandoki recibió el apoyo de Naciones Unidas y Amnistía Internacional. El director mexicano Alejandro González Iñárritu y la actriz estadounidense Anjelica Huston presentaron la proyección ante los miembros de la Academia de los Oscar, subrayando su importancia social. A pesar de que en España no va a estar respaldada con tanto despliegue mediático, el objetivo de denuncia sigue vivo.

«Nosotros cumplimos nuestro proposito de hacer conocido el tema y denunciarlo. Nos invitaron a las Naciones Unidas con Voces Inocentes. Sin embargo, hay mucho por hacer. Con ninguna de mis peliculas habia tenido reacciones tan inverosimiles del público. Ha sido muy emotivo el proceso de mostrar la película, pero el tema de los niños soldados es un tema sobre el cual todavía hay mucho que hablar», aclaró Mandoki.

A pesar del éxito del filme, Mandoki tuvo que superar ciertos escollos durante el proceso de rodaje y presentación de la película: «Yo traté de filmar «Voces Inocentes» en El Salvador, pero por razones politicas el Gobierno de la epoca no nos dejo grabar ahí. Yo estaba terco en que teniamos que estrenar la película en El Salvador antes que en ninguna otra parte. Lo logré y fuimos a El Salvador pese al Gobierno. Me interesaba la reaccion de la gente de El Salvador porque es su historia».

Tras esta cinta que se estrenó en España el pasado 21 de septiembre, parece que Mandoki le ha tomado el pulso a las películas de denuncia social: «Yo sigo trabajando en temas fuertes. En mi opinión, es una obligación de cada cineasta de contar ciertos tipos de historias. Es importante informar la realidad para que las cosas cambien y así lo seguiré haciendo. El género documental esta creciendo porque el mundo quiere conocer realidades y por ello, esta tendiendo fuerza comercial».