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Las empresas priorizan el cambio climático frente a la erradicación de la pobreza

16 de septiembre de 2015 | Todas

EP/Madrid

Las empresas europeas cada vez se preocupan más por el cambio climático y por su papel para proteger el medio ambiente, y menos por los derechos laborales, la educación y la lucha contra la extrema pobreza, según un estudio elaborado por el Departamento de Gestión de la Sociedad y la Empresa en la ‘RSM Erasmus University’ entre las 200 compañías con más peso en el continente.

Según informaron los autores de la investigación, «el cambio climático, que ocupó el octavo lugar en la ‘agenda social’ de las principales compañías europeas en 2002, ha pasado ahora a cuarta posición» y «la comunidad empresarial espera que este problema se sitúe en las primeras posiciones de la agenda en los próximos cinco años».

Por delante, figuran tres asuntos como prioridades de las compañías: la prevención de la corrupción, la transparencia en la práctica empresarial y la salud y la seguridad. En quinto puesto, muy cerca de la preocupación por el cambio climático se encuentra la cuestión de los derechos laborales. Por detrás quedan, siempre según el estudio, la igualdad en la renta y salarios justos: comercio justo y aprovisionamiento justo; diversidad ecológica y educación.

Aunque ha bajado en la escala de preocupaciones el interés de las empresas por combatir la extrema pobreza, el estudio recoge que «cada vez es mayor el número de compañías europeas que están tomándose su responsabilidad cívica muy en serio» y, en términos genetales, «las más comprometidas socialmente están más inclinadas a responsabilizar a sus directores de las cuestiones sociales».

«En el pasado, la atención de la compañía a la RSC dependía mucho del entusiasmo mostrado por un único ejecutivo o consejero delegado, pero en el presente, cada vez son más las compañías europeas que están deseando y pueden actuar como buenos ciudadanos empresariales en una forma estructural. Cada vez es mayor el número de empresas que ven la CSR como una oportunidad y no como una amenaza», concluyeron los autores del estudio.

Otro cambio significativo que ha detectado la investigación es el hecho de que hasta ahora, «la presión sobre las compañías para mejorar su rendimiento en RSC venía de grupos asesores y ONG» mientras que en la actualidad «las empresas se sienten más presionadas por sus propios accionistas y consumidores».

En cuanto a la articulación de políticas de RSC, el estudio concluye que las principales compañías europeas «están utilizando una amplia gama de herramientas para mejorar su rendimiento cívico» y recoge que «casi todas las grandes compañías han establecido su propio código de conducta y más de la mitad imparten formación para el personal».