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La larga lucha de los indígenas desde 1923

16 de septiembre de 2015 | Todas

EP/Madrid

La Asamblea General de las Naciones Unidas decidió el 23 de diciembre de 1994 crear el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, junto a otras medidas destinadas a mejorar la situación de estos pueblos con un ‘Decenio internacional’, pero la lucha de estos pueblos por dar a conocer su situación comenzó 71 años antes, en 1923.

Ese año, el jefe Kayuga Deskaheh acudió a la Sociedad de las Naciones en 1923 como representante de las Seis Naciones de los Iroqueses. Pasó en Ginebra más de un año intentando lograr el reconocimiento de la Sociedad de las Naciones y algunas delegaciones consideraron seriamente su causa, pero finalmente la Sociedad no escuchó su caso.

Un año después, en 1925, con el fin de protestar por el incumplimiento del Tratado de Waitangi (Nueva Zelanda, 1840), que garantizaba a los indígenas maoríes la propiedad de sus tierras, T.W. Ratana, dirigente religioso maorí, viajó también a Ginebra, pero también se le denegó el acceso.

Ese mismo año, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) comenzó a investigar los trabajos forzosos utilizando «poblaciones nativas», pero el primer instrumento jurídico no vio la luz hasta 1957.

En 1970 la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de las Minorías de la ONU recomendó que se hiciera un amplio estudio sobre la situación de los pueblos indígenas, y encargó a José Martínez Cobo, relator especial, para que iniciara esa labor. Su estudio, cinco volúmenes presentados de 1981 a 1984, fue decisivo. Hizo un llamamiento elocuente a la comunidad internacional para que actuara con decisión en nombre de los pueblos indígenas.

Naciones Unidas proclamó el año 1993 Año Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, con miras a «fortalecer la cooperación internacional para la solución de los problemas con que se enfrentan las comunidades indígenas en esferas tales como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la educación y la salud». En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena), se pidió por primera vez la creación de un foro permanente para los pueblos indígenas. Este Foro Permanente es hoy asesor del Consejo Económico y Social de la ONU con el mandato de examinar las cuestiones indígenas.