La discriminación, una piedra en el camino para los refugiados de Bosnia
Nebojša Spajic es serbio y musulmán. Durante el conflicto armado de Bosnia Herzegovina estuvo marcado por su etnia y su religión. Diez años después de los acuerdos de paz la situación continúa igual, pero ahora, también está discriminado en su trabajo.
Tal y como ha denunciado en un comunicado la organización Amnistía Internacional, «diez años después de la firma del acuerdo de paz de Dayton, las autoridades de la Federación de Bosnia y Herzegovina y de la República Srpska siguen sin abordar las violaciones de los derechos humanos de los trabajadores», manifestó Omer Fisher, investigador de Amnistía Internacional sobre Bosnia y Herzegovina.
En su último informe, titulado Bosnia and Herzegovina – Behind closed gates: ethnic discrimination in employment, Amnistía Internacional pone de relieve que se sigue discriminando a los trabajadores de las minorías étnicas en aspectos como la igualdad en el acceso al trabajo, a las indemnizaciones y a otras formas de reparación por despido injusto.
La guerra librada entre 1992 y 1995 entre los tres principales grupos étnicos de lo que hoy es Bosnia y Herzegovina (musulmanes, serbios y croatas de Bosnia) se cobró la vida de decenas de miles de personas y expulsó a millones de habitantes lejos de sus casas. Decenas de miles de trabajadores de estos territorios fueron discriminados y despedidos injustamente debido a su etnia. Los despidos discriminatorios fueron en muchos casos el primer paso de agresivas campañas de «limpieza étnica» que incluyeron homicidios, traslados forzosos y deportaciones.
El Acuerdo de Dayton, y concretamente su Anexo 7, sobre refugiados y desplazados, reconoce expresamente el derecho al retorno como remedio a las violaciones de derechos humanos provocadas por los traslados o deportaciones ilegales y también como medio de invertir los efectos de la «limpieza étnica». En los diez años transcurridos desde que finalizó la guerra, casi la mitad de los dos millones de personas desplazadas por el conflicto ha regresado a sus hogares.
«Cuando vuelven a sus casas, los retornados pertenecientes a una minoría suelen tener que luchar para superar una discriminación persistente y endémica en el acceso al empleo,» afirmó Omer Fisher. Esta situación hace que, «sin trabajo, muchos retornados no pueden garantizar ni mantener un nivel de vida adecuado y, ante la miseria, muchos deciden volver a su zona de desplazamiento o trasladar ahí su residencia para poder seguir trabajando. Otros emigran en busca de trabajo», añadió.
Es por ello por lo que Amnistía Internacional recuerda que el derecho a no ser discriminado, que incluye el disfrute del derecho al trabajo, está consagrado en varias normas y tratados internacionales de derechos humanos de los que es parte Bosnia y Herzegovina. Las leyes laborales de la Federación de Bosnia y Herzegovina y de la República Srpska prohíben la discriminación en el empleo. También contienen disposiciones que prevén indemnizar a las víctimas de despidos discriminatorios. Sin embargo, estas disposiciones siguen siendo insuficientes. Entre otros problemas, estas protecciones legales no se aplican a todos los trabajadores que perdieron su empleo como consecuencia de la discriminación, y la indemnización, cuando se concede, es manifiestamente insuficiente y se considera, en general, «simbólica». Igual importancia tiene el hecho de que no existen mecanismos para tramitar las reclamaciones de ex trabajadores y conceder indemnizaciones, o que dichos mecanismos son demasiado limitados. La inmensa mayoría de las reclamaciones sigue pendiente de resolución.
En los casos de trabajadores despedidos injustamente por su origen étnico de empresas de propiedad estatal, el Estado no ha respetado el principio de la no discriminación en el disfrute del derecho al trabajo. En el caso de las personas despedidas de empresas privadas el Estado no ha protegido a los trabajadores de la discriminación. En todos los casos, los trabajadores que fueron despedidos de forma discriminatoria tienen derecho a una reparación plena de las violaciones de derechos humanos sufridas, añade en el comunicado.