Greenpeace festeja el cierre total de Garoña
El Ministerio de Energía ha denegado recientemente la renovación de la central nuclear de Garoña. Greenpeace no ha tardado en celebrar esta noticia y pide que la medida se extienda. “Con el desmantelamiento de Garoña se abre definitivamente la puerta hacia el fin de la energía nuclear en España», ha señalado la responsable de la campaña de Energía nuclear de Greenpeace, Raquel Montón.
El Gobierno ha señalado como motivos fundamentales la falta de seguridad para operar con confianza. En opinión del Ministerio de Energía, hay una falta de interés del operador –Iberdrola y Enel-Endesa– y esta fuente energética tendrá un impacto nulo en el sistema eléctrico. “Garoña cierra porque la ampliación de su vida no es rentable para sus dueños. Lo celebramos porque cerrar las nucleares es más seguro y rentable que darles más licencias”, añade Montón.
Greenpeace publicó hace unas meses un informe, ‘El inevitable cierre de las centrales nucleares españolas: una oportunidad económica y social’. Según la ONG, el desmantelamiento de estas instalaciones podría generar alrededor de 100.000 puestos de trabajo y supondría un incremento del PIB en unos 20.000 millones de euros.
La central nuclear de Garoña cumplió 40 años de vida en 2011 y podía operar sin problemas hasta julio de 2013. La empresa propietaria pidió el cese de la operación en el año 2012. Se requerían una serie de medidas para mejorar la seguridad de la planta y en mayor de 2013 se emitió un reporte –vía Consejo de Seguridad Nuclear– por el cual se admitía que estas instalaciones mantuvieran sus licencias sin operar. Industria consideró inválida esa decisión y decretó el cierre definitivo de la explotación. No sería hasta 2014 que se aprobó un Real Decreto que permitía a Garoña una nueva autorización. El Gobierno se ha vuelto a manifestar pero ahora para decretar el cierre definitivo de la central.
En España hay a día de hoy un parque nuclear envejecido, con una media de 33 años. En opinión de Greepeace España, estas deben ser desmanteladas y los residuos radiactivos deben gestionarse adecuadamente para almacenarlos por un tiempo indefinido. Esto supondría el cierre definitivo de las centrales nucleares y por ello Greenpeace propone no conceder más licencias de explotación en España a los reactores nucleares.