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El alquiler de úteros podría llegar a su fin

6 de septiembre de 2016 | Inmigrantes, Mujer

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El alquiler de úteros es una técnica de reproducción asistida mediante la cual una mujer gesta un hijo de un tercero con quien no tiene ningún vínculo. El problema de esta práctica es el comercio descontrolado que se traduce en explotación y tráfico de mujeres.

Afortunadamente el comercio ilegal de niños por vientre de alquiler está siendo limitado en todo el mundo. Países como la India, México, Tailandia y Nepal son los más afectados en este tema por lo que han empezado a tomar medidas que prohíban a los extranjeros contratar madres para alquilar su útero. Parece que Camboya y Malasia harán lo mismo.

En India la industria de alquiler de úteros ha generado 400 millones de dólares al año, funcionando un total de 3.000 clínicas en funcionamiento. Las autoridades indias temen que el alquiler lleve al tráfico de personas y la explotación de mujeres.

En 2008 se presentó la primera propuesta de ley, cuyo contenido y enfoque se alejan mucho de la segunda propuesta. Si la primera apoyaba el alquiler y daba pasos por su regulación, la segunda está más cerca de prohibirlo debido a los casos de abandono que han salido a la luz recientemente. . Por ello, en el año 2015 en Ministerio de Salud y Bienestar de la India, bajo la presión de la Corte Suprema, declaró que esta práctica era inconstitucional puesto que, de alguna manera, se trata de comerciar con las personas como si se tratase de simples mercancías.

Las regulaciones en India podrían estar relacionadas con un grave aumento de los alquileres de úteros en Tailandia. En agosto de 2015 Tailandia restringió el alquiler mediante una modificación de la ley. Actualmente, al menos uno de los miembros debe ser del país y en caso de incumplimiento, se pueden aplicar penas de hasta 10 años, tanto para la madre como para la pareja.

En cuanto a Nepal, también se ha visto reducida esta práctica desde que en 2015 un terremoto golpeará Katmandú y con la evacuación por parte de Israel de unos 26 bebes nacidos por vientres de alquiler. México también se ha sumado a las restricciones y solo podrán tener acceso al alquiler de vientres matrimonios heterosexuales de nacionalidad mexicana.

La prohibición de los alquileres corre el riesgo de convertirse en una práctica clandestina, por lo que es necesaria una legislación clara y restrictiva. Si el alquiler fuera controlado, se evitaría la explotación de mujeres, tráfico de vientres y casos tan dramáticos como los que han salido a la luz recientemente procesos clandestinos es el de una madre de alquiler que dio a luz a dos gemelos, pero lamentablemente uno de ellos fue diagnosticado con Síndrome de Down. La pareja que realizó el alquiler solo se quedó con la niña y rechazaron al niño con la “excusa” de que no era el servicio previsto. La ley debe adaptarse cuanto antes para terminar con este tipo de situación ya que hablamos de vidas, no de mercancías.