El infierno de ser albino en Malawi
El albinismo es la ausencia de pigmentación en la piel. Se presenta cuando el cuerpo es incapaz de producir melanina por lo que piel, pelo e incluso el iris de los ojos, son de color blanco.
En el mundo occidental, donde la población es mayoritariamente «blanca», los albinos sólo deben preocuparse de proteger su piel o sus ojos con una mayor precaución de la que lo haría una persona sin problemas de pigmentación; pero en África, ser albino puede suponer ser despreciado, perseguido e, incluso, asesinado.
Los albinos africanos destacan entre el resto de la población. Sus rasgos son claramente identificables con los que suelen tener las personas de raza negra: nariz ancha, labios gruesos, pelo rizado… Pero sin embargo, su tez es más blanca de lo normal, su pelo es rubio y sus ojos son claros. Esto les hace estar en el punto de mira.
En Malawi, por ejemplo, se considera que los albinos poseen poderes especiales. Está muy extendida la creencia de que sus huesos o algunas partes de su cuerpo atraen la riqueza, por lo que las familias suelen venderlos a hechiceros o brujos que amputan sus extremidades e incluso llegan a acabar con su vida. Vivos son rechazados, pero parece que muertos valen su peso en oro.
Según Amnistía Internacional, de 2014 a 2016 se han cometido, al menos, 69 delitos contra personas albinas en Malawi. Secuestros, intentos de secuestro, profanación de tumbas… Los albinos en este país viven con miedo cada día de su vida.
En otras zonas de África también se persigue a estas personas. Se considera que atraen la mala suerte y son malditos en vida pero, sin embargo, muertos atraen la buena suerte. Se utiliza su pelo, genitales o extremidades para hacer conjuros, por lo que muchos suelen estar internos en centros donde les protegen de ser atrapados cuando son niños, y nada se puede hacer cuando alcanzan la vida adulta.
Los que no son repudiados por su comunidad, suelen trabajar durante largas jornadas bajo el sol africano, lo que provoca que la mayoría de ellos se queden ciegos y desarrollen cáncer de piel antes de los 30 años.
A pesar de que los Gobiernos de algunos países, como Tanzania, están tratando de concienciar a la población y tratar de frenar estas actividades delictivas, parece que los esfuerzos no están siendo suficientes. Están personas deberán seguir luchando cada día para sobrevivir a su particular infierno.