Temperaturas nunca vistas debido al cambio climático
La ONU ha advertido de algo que era de esperar: debido al cambio climático, las temperaturas durante el año 2015 fueron más altas de lo normal, con «olas de calor intensas y sequías devastadoras, al mismo tiempo que ha habido un total de precipitaciones extraordinario».
Estos datos se extraen del informe Declaración sobre el estado del clima mundial en 2015 realizado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y presentado coincidiendo con el Día Meteorológico Mundial.
Según esta agencia perteneciente a la ONU, durante el pasado año hubo temperaturas excesivamente altas tanto en la superficie terrestre como en la marítima, «un calentamiento de los océanos y un aumento del nivel del mar initerrumpidos y una reducción de los hielos marinos». En concreto, los océanos presentaron las temperaturas más altas jamás registradas.
De hecho según el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas, el ritmo del cambio climático «es alarmante» y la temperatura media global de la tierra aumentó durante el pasado año en 0,76º.
El futuro no es mucho más prometedor. Durante los meses de enero y febrero de 2016 ya se han registrado temperaturas máximas récord y, como consecuencia, los hielos del Ártico alcanzaron su nivel más bajo registrado en meses.
Según Taalas, hay que tomar medidas urgentes para que la temperatura del planeta no siga subiendo por los efectos del cambio climático. Además, ha instado a todos los Gobiernos a acogerse al Acuerdo de París sobre cambio climático, para que la temperatura de la Tierra no aumente hasta los 2º por encima de la media.
Durante el pasado año el continente asiático y América Latina experimentaron el año más cálido en su historia, en Europa hubo olas de calor demasiado extensas y se superaron los récords de temperaturas máximas en países como España (42,6ºC) o el Reino Unido (36,7ºC). Además, algunos lugares del globo sufrieron precipitaciones extremas y, otros, graves sequías.
El 2016 parece no haber empezado mucho mejor de lo que acabó 2015. Tendremos que esperar al compromiso firme de los países para poder atajar este problema que pone en jaque al planeta.
