¿Por qué esta niña está atada a una piedra?
Imagina que vas caminando por la calle y encuentras a una niña, o niño, de poco más de un año atado a una piedra, semáforo o señal. Seguramente en España algo así es muy difícil que ocurra y cualquier persona llamaría inmediatamente a la Policía, pero en la India es una situación que, lamentablemente, se suele ver a menudo.
Sin ir más lejos, hace unos días podíamos ver en El Confidencial cómo Shivani, una niña de 15 meses, esperaba con su pierna atada a una piedra mediante una cinta a que sus padres terminaran su jornada laboral. Sus padres, que trabajan en la construcción, tienen jornadas laborales de hasta nueve horas diarias, nueve horas que esta niña pasa sola y sin cobijo.
La madre, de 23 años, ha declarado a diferentes medios que, aunque sabe que está mal, no puede hacer otra cosa: «mi hijo tiene tres años y medio y no es capaz de controlarla», ha afirmado, «es la única forma de que no vaya a la carretera». En sus pausas en el trabajo, mientras otros beben y comen para ganar fuerzas, esta madre sale a atender los llantos de su hija y a procurarle agua y comida.
Esta triste realidad se vive en India cada día. En una ciudad masificada en la que las viviendas son necesarias casi de un día para otro, hombres y mujeres deben trabajar de sol a sol en la construcción por sueldos ínfimos con los que no pueden pagar una casa o una guardería para sus niños, que además de ser escasas sólo están al alcance de las familias pudientes.
Como explica esta joven madre, las empresas no ayudan a los trabajadores a buscar un lugar en el que los más pequeños no estén en peligro: «a los jefes les da igual dónde dejemos a nuestros hijos… No les importamos nosotros ni nuestros hijos, sólo el trabajo».
Algunas ONGs, como Save the Children, han comenzado a interesarse por estos casos, en los que los niños corren el riesgo de ser atropellados, heridos e, incluso, secuestrados por mafias.
