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Barcas para navegar hacia el progreso en comunidades filipinas

5 de septiembre de 2016 | Ayuda humanitaria, Cooperación internacional

Manos unidas Filipinas

Manos Unidas y la Cooperación Española, colaborando con el socio local de la ONG, Zagida (nace de la unión de cuatro ONG que trabajan en esta región de Filipinas) han financiado un proyecto que puede parecer nimio pero que va a suponer un gran avance para comunidades indígenas de la isla de Simariki, para 50 familias Sama-Bangingi. Con ese aporte económico se han podido construir hasta 50 barcas de madera que va a permitir darle a estas personas un medio de transporte y una herramienta de trabajo, pues con ellas podrán salir a pescar.

Los habitantes de la isla podrán así encontrar un medio para dar con recursos con los que alimentarse, pescando y favoreciendo el cultivo de algas, que es muy propio de la zona. Esta iniciativa tendrá una contraprestación que va a ir a favor del medio ambiente, pues las familias a las que se les ha facilitado las barcas se han comprometido a plantar 350 manglares al año por familia en esta parte de Simariki. Sin lugar a dudas un gran paso para preservar el ecosistema natural de la zona, un sitio de gran belleza que hay que cuidar de agresiones externas. Teniendo en cuenta que son 50 familias, el número de manglares anuales que van a ‘nacer’ será de 17.500.

Esta unión entre Manos Unidas y la Cooperación Española será muy beneficiosa tanto ahora como a futuro pues estamos ante una de las regiones más pobres de Filipinas. Los habitantes de lugares como la isla de Simariki están sufriendo las consecuencias de décadas de guerras, enfrentamientos y conflictos armados que no parecen tener fin, de ahí que sea tan vital acciones como esta. Como reseñábamos al comienzo, puede parecer algo insignificante en el Primer Mundo, pero en lugares como este es un gran avance que va a reportar infinidad de beneficios para las comunidades locales.

Las familias a las que se ha hecho entrega ya de estas 50 barcas se vieron fuera de sus casas, se destruyó su hogar y se vieron obligados a empezar una nueva vida. Se han reconstruido muchas de sus viviendas y el apostar por estos medios de transporte volverá a permitirles viviendo con medios propios.