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Nuevas cuestiones sobre el accidente de Alvia

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Galicia vivió una auténtica pesadilla en julio de 2013 cuando un tren de la compañía Alivia descarrillo cerca de Santiago provocando la muerte de 80 personas. El conductor reconoció que iba a una velocidad de 190 kilómetros por hora en una curva limitada a 80 kilómetros, llegando incluso a informarlo por radio antes del accidente.

Después de tres años no se ha hecho justicia. Las comparecencias de dos peritos, Frans Heijnen y James Robert Catmur, de QBE, la aseguradora de Renfe, el perito judicial, Juan Carlos Carballeira, y el catedrático experto Enrique Castillo Ron, han elaborado un informe en el que se concluye que Adif no hizo en ningún momento un análisis de riesgo integral en la línea de Ourense a Santiago, donde circulaba el tren que descarriló.

Los dos peritos han declarado ante el juez, el fiscal y los abogados de las partes a primera hora de la mañana de ayer y han estado reunidos hasta el medio día. A la salida del juicio, tanto la portavoz de las víctimas del accidente, Teresa Gómez Limón, como el abogado del maquinista, Manuel Prieto, ha expresado que su objetivo es que celebren unas nuevas imputaciones. Destacar que el maquinista en este momento está imputado por el exceso de velocidad al que circulaba antes de llegar a la curva A Grandeira.

El abogado defiende que «aquí hay una responsabilidad grave de los que son los responsables de la seguridad en la circulación viaria de Adif y tienen que ser investigados en este procedimiento si queremos que la red ferroviaria española sea de verdad segura». A lo que la portavoz ha añadido que las víctimas del accidente ferroviario se ven desamparadas porque solo se ha imputado al maquinista y no a Adif, encargada de la seguridad de los trenes.