Multas por negarse a acoger refugiados
La Comisión Europea, ante el problema de los refugiados y su redistribución por los diferentes países, ha optado por plantear medidas drásticas tanto para los países de acogida, como para los solicitantes de asilo que incumplan las reglas pactadas.
Además de estas medidas sancionadoras, la Comisión Europea también ha propuesto un nuevo sistema de distribución: se asignará a cada país un número de refugiados en función de su PIB, número de habitantes y número de refugiados que se han acogido desde terceros países. En caso de que el país reciba un 50% más de los solicitantes de asilo asignados, se activará un protocolo de reparto automático.
Sin embargo, todos los países que se nieguen a aceptar, o rechacen, a aquellos refugiados que necesiten asilo, podrán ser multados con 250.000 euros por cada persona que dejen de acoger. Estos 250.000 euros irán a parar al país que se haga cargo del refugiado rechazado. La cifra probablemente varíe, pues tendrá que ser aprobada y los Estados miembros de la Unión Europea la consideran excesiva.
Por otro lado, los refugiados que vulneren las leyes de asilo establecidas también podrán ser sancionados. Así, la Comisión exigirá a todos los solicitantes de asilo que se queden en el país en el que hayan presentado su solicitud o en el que hayan sido reubicados. Esta medida trata de evitar que los refugiados presenten los papeles de asilo en varios países o que sólo acepten trasladarse a aquellos que tengan unas condiciones más favorables para ellos.
Debido al conflicto sirio y al drama que se vive en países como Afganistán o Yemen, unas 160.000 personas aguardan en Grecia e Italia para ser reasentadas en los diferentes países de la Unión Europea. Ahora, con esta propuesta de la Comisión Europea, se vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de que puedan empezar una vida mejor en un lugar sin guerra.
