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Aprender a enseñar: Formación en la Fundación Vicente Ferrer

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Más de 1.400 profesores de apoyo trabajan actualmente en aldeas y pueblos de Anantapur. La Fundación Vicente Ferrer siempre ha apostado por la formación como uno de los principales motores del cambio y es por ello que además de existir escuelas y centros educativos para niños y jóvenes se está dando mucha importancia a los refuerzos extraescolares. No todos los alumnos van al mismo ritmo y es por eso que en no pocas ocasiones necesitan de un apoyo extra que se les brinda con personal especializado.

La FVF se ocupa de formar a personas destacadas de la comunidad. Son cursos que llevan impartiendo ya casi 20 años y en los que se les muestra cómo se lleva una clase, qué tipo de actividades fuera del horario escolar se pueden llevar a cabo y técnicas y fórmulas para que los estudiantes afiancen los conocimientos que van adquiriendo en el día a día. Estos profesores de profesores que ‘enseñan a enseñan’ –valgan ambas redundancias– son docentes en activo que ayudan a que aprendan en relación a cuatro asignaturas fundamentales: telegu, inglés, ciencias y matemáticas.

Este proyecto educativo es muy aplaudido por las personas que participan. Entre esos maestros de refuerzo hay todo tipo de perfiles, desde amas de casa a jornaleros, vendedores de seguros y todo tipo de personas de la comunidad a las que les satisface mucho implicarse en el futuro de estos chicos y chicas. “Enseñar es uno de los trabajos más agradables. Quiero poder enseñar a los niños y niñas para ayudar a la sociedad”, señala uno de los asistentes, Raju. En esas palabras se resume buena parte de la filosofía de la Fundación Vicente Ferrer en lo que a educación se refiere, considerando que la formación es un motor del cambio imprescindible.

Los llamados Comités de Desarrollo de la Comunidad se implican mucho en el funcionamiento de las escuelas de refuerzo. Ellos son los que seleccionan quién será el que se ocupe de las clases de apoyo de sus pequeños y jóvenes. Normalmente suelen ser hombres porque las mujeres han de ocuparse del hogar y no tienen tanto tiempo para estos menesteres.