Las mujeres, protagonistas frente al Sida en Toronto
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Ayuda en Acción/Toronto
Bill y Melinda Gates inauguraron este domingo la XVI Conferencia Internacional de Sida haciendo un claro énfasis en la feminización de la pandemia: “Es necesario poner el poder en manos de las mujeres para una solución a largo plazo”, comentó el presidente de Microsoft. Para Melinda Gates, mientras, a corto plazo, la prevención será un factor fundamental en los colectivos más vulnerables.
Bajo el lema de “Es tiempo de cumplir” se inauguró este domingo 13 de agosto la XVI Conferencia Internacional de Sida en Toronto. Durante casi una semana, científicos, políticos, líderes mundiales, periodistas y activistas intentarán poner en común los avances y retos que la pandemia del sida supone para el mundo.
La jornada inaugural tuvo como protagonista a las mujeres. Por la mañana, pudimos asistir a la Sesión de Alto nivel sobre la inclusión de las mujeres en la lucha contra el sida. Allí ministros de 20 países y líderes que representaban a los países en vías de desarrollo, sociedad civil y mujeres viviendo con VIH expresaron su preocupación por una pandemia que ha devastado las vidas de millones de niñas y mujeres y cuyas cifras ya doblan la población masculina.
En dicha reunión la ministra española de Salud, Elena Salgado, recordó que, a pesar de ser las más afectadas por la enfermedad, las mujeres están ausentes de los lugares donde se dan los recursos.
Frika Chia Iskandar es una joven tailandesa de 24 años que quiso ser portavoz de esos millones de mujeres estigmatizadas e incidió en la importancia de la prevención y la lucha contra la discriminación. A Frika le diagnosticaron VIH cuando tenía 18 años y es el ejemplo del nuevo perfil de la enfermedad: mujer, joven y asiática. Por la tarde, la atención mediática la acapararon los Gates, que fueron recibidos en una sala repleta de medios de comunicación. Especialmente decidida estuvo Melinda Gates al incidir en la importancia de involucrar a los colectivos más vulnerables en la lucha contra el sida: “Cuando vamos a Asia o a África a visitar proyectos sobre sida, los políticos nos reciben muy amigablemente. Pero cuando viajamos al terreno a visitar los proyectos de sida con trabajadoras sexuales, entonces ellos no quieren acompañarnos, porque no quieren relacionarse con ellas”, explicó enérgicamente mientras esbozaba una dulce sonrisa. Definitivamente, otra forma de combatir el sida
