¡Que las máquinas no sustituyan a los trabajadores!

Desde hace algunos años se está produciendo una paulatina mecanización del trabajo que está haciendo que muchos puestos sean eliminados para dar paso a máquinas u ordenadores. Lo que en la Revolución Industrial fue un gran avance y permitió que en las fabricas se produjera más en menos tiempo, ahora se está convirtiendo en una auténtica pesadilla para muchos, pues ven que su trabajo está destinado a desaparecer.

En los últimos días he podido ver en la prensa y en la televisión una noticia en la que se hablaba del primer hotel regentado únicamente por robots, es decir, en éste la recepción, los botones o la cafetería están atendidos por robots y su dueño afirma que su objetivo «es crear el hotel más eficiente del mundo». Por supuesto, este hotel está en Japón.

Digamos que esto es la mecanización elevada a la máxima potencia pero, ¿qué me decís de todo esto que encontramos en nuestro día a día?: Ahora no vamos a agencias de viajes, porque todo lo hacemos a través de las diversas webs de vuelos, hoteles… que existen. Esto significa que en las agencias de viajes se estará prescindiendo de personas que ya no son necesarias; en el supermercado casi te obligan a que te cobres tu mismo la compra en las cajas de libre servicio, lo que antes eran 5, 6 o 10 puestos de trabajo ahora se reduce a uno (si acaso).

¿Y qué me decís de las gasolineras autoservicio en la que sólo se puede pagar con tarjeta? Como comúnmente se suele decir, aquí «tu te lo guisas y tu te lo comes»: echas gasolina y pagas sin ni si quiera tener que dar los buenos días al gasolinero. Y por no hablar de todos los trabajos artesanales (joyeros, vidrieros, carpinteros…) o de agricultores que han sido sustituidos por máquinas que sí, lo hacen a la perfección, pero las cosas han dejado de tener ese aura o esa «alma» que tenían anteriormente… Hasta las barras de pan son unas idénticas a las otras.

Desde aquí reivindico el trabajo de las personas por encima del de las máquinas. Quizá no seamos tan perfectos y, a veces, en algún mal día no seamos eficientes del todo pero qué pasará cuando las máquinas hagan todos los trabajos posibles, ¿en qué trabajaremos los demás? A mí, personalmente, me sigue gustando decir hola, gracias y por favor al entrar a un comercio, o poder comer con mis compañeros de trabajo.

Firma para que se frene esta mecanización brutal que estamos viviendo. Perfecto que las máquinas nos ayuden, pero que por ello no se quede gente en el paro.

¡Gracias por tu firma!