No a la caza ilegal de la cabra montés

La cabra montés o Capra hispánica pyrenaica está siendo salvajemente asesinada en los parques de Cerro Gordo y Sierra Nevada, en Andalucía. Cazadores furtivos, que en ocasiones pagan entre 1.000 y 3.000 euros por que «les pongan a tiro» un ejemplar, habrían acabado con la vida de unas mil cabras.

En las últimas semanas algunos excursionistas han encontrado entre la maleza y la hojarasca a machos y hembras montesas decapitadas, pues el bien más preciado de estos animales son sus cuernos, que, además, los cazadores exhiben como trofeo.

Durante esta época del año esta especie, que suele vivir en las montañas, desciende hacia zonas menos elevadas por las bajas temperaturas, por lo que son más fáciles de ser cazadas por aquellos que hacen de la caza furtiva su pasatiempo favorito.

El Seprona y la Guardia Civil están investigando y haciendo seguimiento de la caza ilegal en la provincia de Granada, lugar en el que hay un mayor asentamiento de la cabra montés, pero aún así estos tristes asesinatos se siguen cometiendo. Además, aunque se conceden permisos para la caza legal de estos animales (y han aumentado las solicitudes en los últimos años), la caza furtiva sigue elevando la cifra de muertes y no se corresponden con el número de peticiones.

A pesar de que la población de esta especie no corre riesgo, de momento, de desaparecer porque son una familia muy numerosa, es una pena que se mate a tantos animales de forma injustificada, sólo por el hecho de llevarse como trofeo la cornamenta.

Muchas de las montesas están embarazadas cuando son abatidas o tienen cabras recién nacidas que se quedan solas en el mundo sin nadie que pueda alimentarlas y sacarlas adelante. Aunque es un delito tipificado en el Código Penal, la caza furtiva de cabra montés está muy extendida.

Pido al Seprona y a la Guardia Civil que intensifique su labor de protección y seguimiento a los infractores, pues sólo así se conseguirá que este animal, que habita zonas muy concretas de la península, no vea reducido el número de ejemplares de su especie.

Firma para que no tengamos que lamentar en un futuro cercano la desaparición de la Capra hispánica pirenaica. ¡Gracias!