Ya se acercan las navidades y todos como locos a comprar regalos.
Como cada año los niños comienzan a escribir sus cartas a los Reyes Magos o Papá Noel y es ahí donde los caprichos despiertan el interés de los más peques que piden aquello que más ilusión les hace.
Es indudable que creemos que los animales son beneficiosos para los niños. Les ayudan a madurar, a crecer y conectar con la naturaleza, a adquirir responsabilidades y a respetar a otros seres vivos. Pero ¿es necesario que este proceso sea fruto de un capricho navideño?
Todos los años la venta de mascotas se disparan para estas fechas y es que no hay nada más mono que un cachorro o un gatito. Pero los animales también crecen, los caprichos se pierden y las ganas de seguir con tu mascota se esfuman. Y es que NO SON UN JUGUETE.
Un animal no puede ser comprado y abandonado cuando se pierde interés. Son una gran compañía y a su vez, una gran responsabilidad.
Solo pedimos qué colabores para poder regular esta venta de animales o al menos poder concienciar a la mayor gente posible qué si, está bien tener mascotas, pero que esta decisión sea meditada y no se tome a la ligera.
Maduremos nosotros y ayudemos a los niños a madurar respetando a todos los seres vivos.
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