Firma contra el abandono de galgos

Los galgos son una de las razas de perros más preciada para los cazadores. Los aficionados a cazar liebres suelen contar con este tipo de perros porque son rápidos, pero grandes y con músculos fuertes, por lo que pueden rendir a máximo esfuerzo durante un periodo prolongado de tiempo. Se podría decir que son corredores de fondo.

Hasta aquí ningún problema, pues los perros suelen estar bastante cuidados para que su rendimiento sea elevado (aunque en ocasiones sufren malnutrición y agresiones). Sin embargo, muchos desalmados abandonan a estos perros cuando termina la temporada de caza, alegando que, una vez cumplen el año y medio de vida, cogen «vicios» a la hora de cazar y ya no les son útiles.

Alguno perros corren «mejor» suerte y son abandonados, aunque al borde de la desnutrición y en condiciones deplorables. Otros son asesinados, en ocasiones ahorcados o con tiros en la cabeza.

Desde febrero, y hasta junio, suelen abandonarse en España una media de 50.000 galgos. A principio de mes termina la temporada de caza y, por ese motivo, los perros dejan de ser útiles.

Muchos de los galgos que encuentran las protectoras arrastran daños psicológicos y físicos permanentes, normalmente dejan de confiar en las personas y es difícil volver a acercarse a ellos. Esto también complica su posterior adopción.

Pido que se establezcan sistemas de control más efectivos para los cazadores, ya que en ocasiones tienen a más de 20 galgos registrados con su nombre y ni si quiera se sabe qué ha ocurrido con ellos. Que sea obligatorio registrar a los animales y se hagan inspecciones periódicas para conocer su paradero.

Además, ruego que se impongan multas económicas elevadas para aquellos que tengan la poca decencia de abandonarlos, y penas más graves si dan un paso más y se atreven a asesinarlos.

Firma para que el Ministerio de Medio Ambiente regule la utilización de galgos para la caza. ¡No merecen ser abandonados!