Ayuda para los niños con dislexia

La dislexia afecta a un 10% de la población. Se trata de un trastorno del aprendizaje a la hora de escribir y leer que se presenta en niños con un coeficiente intelectual dentro del rango de la normalidad.

Los niños con dislexia presentan problemas a la hora de leer un texto y comprenderlo y a la hora de escribirlo, pues cambian letras y suelen tener faltas de ortografía, invierten los números y, a veces, suelen tener problemas para asociar la letra con su sonido.

Como padre de una niña con dislexia sé que este problema es grave. Una detección temprana y la ayuda adecuada puede hacer que su desarrollo educativo y como persona, en el futuro, no esté marcado por este trastorno que, en muchas ocasiones, no se trata como debería

A veces es complicado diagnosticar la dislexia en los niños, pues cada uno de ellos la presenta de una manera diferente. Muchas veces se cree que lo que padecen es déficit de atención, otras veces que el niño es «vago» o que, simplemente, no sirve para estudiar. Se pasa por alto que quizá, está teniendo dificultades para aprender porque no entiende bien lo que lee.

De hecho, un 40% de los casos de fracaso escolar es por culpa de la dislexia. Estos niños suelen sentirse frustrados, incomprendidos y cansados por estudiar y no aprobar o por ver que el ritmo al que aprenden no es el mismo que el de sus compañeros de clase.

Mi hija, afortunadamente, fue diagnosticada rápidamente y, tanto en el colegio como en casa, con las tareas y ejercicios adecuados ha logrado salir adelante y sólo debe esforzarse un poquito más que el resto para lograr buenas notas, pero sé que hay centros en los que los logopedas o psicólogos no están a la altura y los niños se quedan atrás, lastrando así su futuro. Muchos colegios no creen que la dislexia sea un problema real, y esto hay que desmentirlo y hacer que se tome en serio.

Creo que es fundamental sensibilizar a la sociedad y dar a conocer qué es la dislexia y cómo ayudar a las personas que la padecen. Este trastorno «silencioso» puede ser atajado, pero siempre a tiempo, por lo que el Ministerio de Educación debería tomar cartas en el asunto y preparar a los profesores ante esta situación. Además, también las familias deben arropar y ayudar a sus hijos.

Firma para que la dislexia se tome en serio y los niños que la padecen puedan tener un diagnóstico precoz y ayudas para mejorar sus capacidades lectoras y de escritura.