Varias ONG critican la medida del G20 para ayudar a países africanos

El pasado sábado, concluyó en Hamburgo la cumbre del G20 lanzando un plan para luchar contra la pobreza en África.

La iniciativa, liderada por la canciller Angela Merkel permitirá a siete países africanos beneficiarse de apoyos para atraer nuevas inversiones privadas.  El principal objetivo es frenar las migraciones masivas hacia occidente potenciando la economía del continente cuya media de edad en la población es de 25 años.

Numerosas ONG han tachado de insuficientes las medidas propuestas en materia de lucha contra la pobreza y en favor del desarrolló en África.

El plan, que se une a otros programas para ayudar a las niñas y jóvenes en zonas rurales y a la promoción de la energía renovable, permitirá “tratar el problema de la pobreza y la desigualdad como causas de la migración”.

Un discurso que no ha dado mucha credibilidad a los principales organismos que ofrecen ayuda a estos países.

El director de Oxfam, Steve Price-Thomas, aseguró en un comunicado, que “por desgracia”, la respuesta del foro en cuanto a economías industrializadas y emergentes al problema de la pobreza “no es gran cosa”.

Jamie Drummond, cofundador de ONE, explicó que «demasiados en el G20 no han aportado su parte a la propuesta alemana de una nueva asociación con África» y añadió que los países ricos deben acelerar sus esfuerzos de forma cualitativa en este ámbito si quieren realmente mejorar la educación y el empleo de los jóvenes africanos.

La ONG World Vision indicó en una nota que los compromisos aportados por el G20 son «un paso en la dirección correcta» y que el apoyo financiero de EE.UU. a los países africanos en riesgo de hambruna es una «importante señal».

Un plan que no ha contado con mucho respaldo y que ataca directamente a las principales potencias mundiales como beneficiarias de sus propios intereses.