¡Los móviles no son para los niños!

Seguro que tu sobrino, tu primo, tu vecino o tu hijo no ha cumplido los 14 años y ya tiene un teléfono móvil. Desde hace algunos años, los móviles y los niños van casi de la mano: los padres cada vez permiten a sus hijos tener un dispositivo de este tipo con menor edad y, aunque lo hacen pensando en su protección, tener un móvil no significa que haya más seguridad.

Obviamente no se puede imponer una ley, como la del alcohol o la del tabaco, que prohíba a los niños tener móviles hasta que tengan 16 o 18 años, pero resulta preocupante que los niños hayan dejado de ser niños y pasen la mayor parte de su tiempo ‘whatsappeando’, jugando a los videojuegos del teléfono o, mucho peor, viendo y compartiendo contenido inapropiado en las redes sociales.

Los padres y familiares que regalan un móvil a los 10 u 11 años buscan tener un contacto permanente con los menores, tenerlos localizados y que puedan llamarlos si tienen cualquier problema, pero esta utilización ‘normal’ del teléfono, suele pasar a ser una utilización casi enfermiza y de total dependencia.

Además, a pesar de que las redes sociales no se pueden utilizar hasta que no se es mayor de edad, los propios padres son los que hacen cuentas a sus hijos. En muchas ocasiones son los niños los que las hacen mintiendo sobre su edad y a espaldas de su familia y, la mayoría de veces, consultan contenido inapropiado para su edad que puede herir su sensibilidad.

Además, últimamente están aumentando los casos de ‘sexting’. Es decir, muchos jóvenes de entre 10 y 16 años que suben fotos a Facebook, Instagram o Snapchat con actitud sugerente, con poca ropa, de contenido sexual… Esto suelen hacerlo para lograr la aprobación del resto de niños de su clase o amigos, sin saber que puede ser muy peligroso y que cuando este contenido se viraliza es casi imposible de eliminar de la red.

No se puede obligar a unos padres a educar a sus hijos de una manera u otra, pero sí se pueden hacer recomendaciones. Pido a educadores, pediatras y todos los profesionales que tratan con jóvenes y niños a que recomienden «buenas prácticas» a los padres para que los móviles no acaben por convertirse en un problema.

Que dejen claro que los niños nunca han tenido móvil y han sobrevivido, que si los pasa algo en el colegio o instituto van a ser los primeros en saberlo y que normalmente, regalando o dando móviles a tempana edad lo que conseguimos es dependencia y conductas negativas.

¡Firma para que se conciencia a todas las familias de los peligros del uso del móvil!