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Unicef alerta: Riesgo de crisis sanitaria en Yemen

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La situación en el país empieza a revestir cierta gravedad, según alerta Unicef. La organización señala que el origen de todo está en la intensificación de los enfrentamientos en marzo de 2015, algo que provocó que resultaran dañadas numerosas infraestructuras. Un corte de electricidad tuvo como consecuencia que se paralizara le funcionamiento de una planta de tratamiento de aguas residuales y esa detención generó que aguas fecales y desechos empezaran a fluir por un distrito al norte de la capital de Yemen, Bani Al-Hareth, en Saná.

Con el tiempo se ha generado una especie de lodazal o pantano lleno de moscas y que genera un gran hedor, algo que a corto y medio plazo está suponiendo muchos daños y peligro sanitario para la población de esa zona de la urbe. Esto ha ido desembocando en problemas de saneamiento y prácticas higiénicas que afectan especialmente a los niños, una de las poblaciones más vulnerables y que suelen salir peor paradas de este tipo de situaciones.

La gravedad de la que habla Unicef es importante, no se trata de un problema baladí, y es que la zona norte de Saná depende de la citada planta de tratamiento, unas instalaciones construidas para satisfacer las necesidades de 500.000 personas. Sin embargo, la falta de otras infraestructuras y servicios para dar respuesta a otras poblaciones y residentes ha hecho que al final esta planta se ocupe del tratamiento generado por hasta 1,5 millones de usuarios. La población ha ido además en aumento de tal forma que a día de hoy esta es una realidad insostenible.

Abdulwahab Salah, director adjunto en la planta de tratamiento de aguas residuales, explica que “estas aguas residuales sin tratar están poniendo en riesgo a los locales. El cultivo de verduras está siendo vendido y consumido por las personas que viven en Saná y sus alrededores, lo que supone una gran amenaza para la salud y el medio ambiente”.

La organización explica que situaciones como esta son clave y es necesario intervenir. En julio de 2015 Unicef proporcionó combustible para poner en marcha la planta y así procedieron a desinfectar la zona. Esto ha supuesto un gran alivio para los residentes de Bani Al-Harethy para otras personas que estaban expuesta a este riesgo.

Más de 19 millones de personas necesitan poder acceder a servicios seguros de agua potable, saneamiento e higiene en Yemen. Cualquier colaboración con entidades como Unicef es insuficiente.