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Médicos sin Fronteras denuncia los bombardeos indiscriminados a hospitales

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Ha pasado ya un año de uno de los episodios más tristes de la historia de Médicos sin Fronteras: El 3 de octubre de 2015 se produjo un cruento ataque aéreo de Estados Unidos a Afganistán. Como resultado murieron 42 personas y acabó totalmente destruido el hospital de traumatología de la organización en Kunduz. Hay que recordar lo ocurrido porque 12 meses después siguen sucediéndose los ataques y resultan dañadas importantes infraestructuras sanitarias para atender a la población.

Los datos son realmente escalofriantes: Médicos sin Fronteras denuncia que en el último año se han dado hasta 77 ataques a instalaciones médicas gestionadas y apoyadas por Médicos sin Fronteras. Ha ocurrido fundamentalmente en Yemen y Siria y no solo han resultado gravemente dañadas las infraestructuras sino que también han muerto tanto pacientes como personal sanitario de los mismos.

Todo ello pese a existir una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la 2286, que condena los ataques a estos lugares y se exige a todas las partes implicadas que cumplan con sus obligaciones, las recogidas en la ley internacional. Fue consecuencia de los ataques a Siria y Yemen peor lo cierto es que pocas cosas han cambiado, en opinión de MSF. Denuncian que Estados Unidos actúa con dos caras: por un lado firma la resolución y por otro sigue siendo cómplice de agresiones y ataques a trabajadores sanitarios y a enfermos que están en las zonas en conflicto.

Normalmente estos ataques y colisiones son achacadas a “errores trágicos” pero en opinión de esta y otras organizaciones no hay nada de casualidad y no intencionalidad en tales situaciones. Tanto es así que apuntan que no ha habido ningún tipo de investigación imparcial. En el caso de Kunduz, Estados Unidos dice que se ejecutó una investigación militar interna que ha puesto al descubierto información muy “preocupante”, señalan en MSF. Esta ONG trabaja con los gobiernos de EE UU y Afganistán para que no vuelvan a darse estos casos.

Médicos sin Fronteras lleva ya cuatro décadas negociando la protección de las instalaciones médicas en conflictos alrededor de todo el mundo. En unas ocasiones con más éxito que otras pero siempre luchando porque se respeten las infraestructuras sanitarias.