Los damnificados por el terremoto de Pakistan sufren problemas psicológicos

Tras el terremoto que asoló Pakistán el pasado 8 de octubre, en el que miles de
niños fueron aplastados por el derrumbe de sus escuelas, otros menores tienen
pánico a acceder a edificios con techos sólidos, por temor a que puedan
derrumbarse igualmente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la
Organización Internacional para las Migraciones (OIM) han iniciado esfuerzos
conjuntos en desplegar equipos de asistencia psicológica a los damnificados por
el terremoto en Pakistán.

Y es que, cerca del 10 por ciento de los
refugiados en campamentos de la Provincia de la Frontera Noroccidental presentan
problemas psicológicos de diversa gravedad.

A solicitud del Ministerio
paquistaní de Bienestar Social, la OMI en colaboración con la OMS comenzó a
organizar un programa de capacitación para trabajadores en un campamento que
alberga a mujeres indigentes y a huérfanos.

Urgen
mantas

Por otro lado, la crudeza del invierno también amenaza la
salud física de los pakistaníes. Más de un millón de supervivientes del seísmo
se van a ver obligados a afrontar la llegada del inverno sin mantas ni
resguardos adecuados. Así lo desvela una encuensta realizada por varios
organismos de la ONU sobre las condiciones de vida de las familias de la zona
paquistaní de Cachemira y en la Provincia Fronteriza del Noroeste.

Este
mismo informe revela que en cada tienda de campaña vive una media de casi 7,4
personas y que cada familia cuenta sólo con dos mantas y dos cobertores.
Únicamente el 5% de las familias vive en tiendas acondicionadas para el duro
invierno de la zona.

Es por ello, por lo que la Organización de Naciones
Unidas ha urgido el envío de mantas o fondos para estas zonas. Hasta el momento,
sólo se ha recaudado el 38% de los fondos de ayuda solicitados.