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LA GRAN MENTIRA DE LA CONSERVACION EN ESPAÑA

16 de septiembre de 2015 | Todas

La mayoría de la gente ignora lo que realmente está pasando en España con la conservación de las especies. La manipulación informativa por parte de un gobierno que se considera muy amante de la biodivesidad se encarga de mantener engañada a la población.


 


En España han muerto envenenadas alrededor de 63.000 aves rapaces en los últimos 15 años. La presión del colectivo de cazadores sobre algunos ayuntamientos es de tal envergadura, que éstos al final ceden y autorizan salvajadas como la caza a contrapasa, etc. Además, los cazadores son responsables de muchos envenenamientos, convirtiéndose en la segunda causa del declive de muchas especies, después de la destrucción del hábitat.


 


¿Cómo es posible que sólo un 8 por ciento de las IBA (Areas Importantes Para las Aves), cumplen con las condiciones mínimas de conservación? ¿Cómo es posible que en este país un 30 por ciento de las aves ligadas a los medios agrícolas estén en declive, especialmente desde que entró en vigor la PAC (Plan Agrario Comunitario)? ¿Y qué ocurre realmente con las aves ligadas a las zonas áridas, en donde muchas están en peligro de extinción? Pues sencillamente cabe pensar que conservación y desarrollo son incompatibles. Se debería decir la verdad a la población para que ésta tomara de verdad conciencia del problema e hiciera presión ante el actual gobierno neoliberalista, si es que tomamos en serio la conservación en España.


 


Tantos los gobiernos anteriores como los actuales prefieren contentar a la población con falsas promesas o realidades a medias, como lo ocurrido con Las Tablas de Daimiel. Señores, no se puede satisfacer a todo el mundo, mientras la conservación real sigue siendo una asignatura pendiente. Quienes nos preocupamos de verdad sobre el trágico destino de nuestra fauna somos una minoría, mientras que la gran mayoría de la gente sigue siendo, como diría Noan Chomsky, el “rebaño desconcertado”. Esta situación es una auténtica vergüenza sin visos de ser reversible.


 


Evidentemente el gobierno ha tenido siempre, pero hoy más que nunca, otras prioridades que no son precisamente los temas ecológicos o de conservación de la biodiversidad, como quedó demostrado en la conferencia de Copenhague; la crisis económica –que será larga- acabará definitivamente con las pocas especies que aún malviven en nuestros medios; la ambición desmesurada de muchos personajes –causantes de esta crisis-, acabarán formando una sociedad de mendigos prestos a recoger las migajas del capitalismo salvaje y esa fauna que tanto amamos volverá a ser el blanco de los señoritos que imparten la justicia en el país. Les tendría que caer la cara de vergüenza a aquellos que posan ante unos trofeos obtenidos con ese esfuerzo “asesino” de animales, sólo por simple diversión. Volveremos a los tiempos de la más odiosa persecución a las aves rapaces. En realidad ya lo hacen a través del veneno.


 


Hay que decir aquí que la historia nos juzgará por lo que habremos hecho con nuestra fauna; las generaciones futuras se avergonzarán de pertenecer al reino animal. Será muy triste contemplar un mundo en silencio, en que solamente se oirá la voz de los poderosos, que hacen y deshacen a su antojo, a pesar de ser elegidos “democráticamente”. Será la voz del dinero, como ha sido siempre.